viernes, agosto 03, 2012

Hace tiempo que analizo el lenguaje, desde distintas ópticas, es mi herramienta de trabajo. Intento hacer con él una diferencia. Pero no solo eso: lo enseño, lo vivo, lo sueño, lo idealizo, lo banalizo. Creo en él, en las verdades y en el poder que puede cargar. Lo recorro todos los días con maravilla, a través de la literatura que leo y escribo, como a un lugar inhóspito donde se pueden adivinar ciertos recovecos, vaticinar algunas inclemencias, pero donde siempre me siento una extranjera.

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