Bajo un
inabarcable alud
ha quedado
sepultada una viejita
la nieve la
cubre manto de sol
y ella teje
en su casa de
troncos suizos
una casa en
silencio
el sonido crick
crack de las agujas
teje la vieja
afuera el
silencio ensordecedor
de nieve blanca
polvo de ángel
que aísla a la vieja
sin perder nunca
el ritmo de
agujas
teje la vieja
la vida en sus
manos
una canción que
no cesa
para el gato
negro que escucha desde el sofá
lustroso cálido
almejado
como esa mujer
que abajo de tanto manto, de tanta capa
cuida una enorme
chimenea
que repica a
fuego bajo, tranquilo
no es tarea
menor:
encerrada para
siempre
cuidar lo
efímero, lo que nunca se ve
hay algo que me
enternece en esa viejita
como si
estuviera aguardándome
esperando que
vaya
a desenterrarla.
2 comentarios:
excelente! me imagino a la viejita! perfecta!
muy bueno!
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