Y si fueras
carne de cañón
te lanzarías al cielo
siempre dispuesta
a enloquecer
atrayendo curiosas miradas
volverías rojas las nubes
quizás entonces se transformara tu aliento
super-chica
con una bocanada congelaste
lo que vos misma imaginabas
que sería perfecto
con tu boca
abriste la puerta del castillo
esperando saltar
el puente
creyendo que podías
esquivar cocodrilos
soñabas con gemelos fantásticos
e híbridos idénticos
y sin embargo
metiste la pata
antes de llegar, te caíste
en el hueco interno de tu historia
desmoronada
vaciaste el habla para descifrar
tu nuevo criterio
pero ni siquiera entonces
supiste escuchar
el griterío del cuerpo
que reclama
de tanto en tanto
su lugar.